miércoles, 22 de mayo de 2013

El exorcismo

En los últimos días ha acaparado la atención de varios medios informativos, sobre todo en algunos dedicados a la información religiosa, el supuesto exorcismo del Papa a un hombre el pasado domingo después de la Misa de Pentecostés. Parece ser que durante la bendición del Papa a algunos enfermos, el sacerdote de la Legión de Cristo Juan Rivas, le presentó a Ángel, de cuarenta y tres años y padre de familia. Este sacerdote puso al corriente al Pontífice sobre la sospecha de posesión demoniaca y, éste, tras mudar el rostro, se concentró en hacer una oración imponiendo las manos sobre el afectado que respondió abriendo mucho la boca y emitiendo algunos sonidos (nada de aullidos como se ha escrito) y retirándose hacia atrás como se puede ver y escuchar en el vídeo acompañante. Llama la atención el que el sujeto esté sentado en una silla de ruedas y que, en sus reacciones, parezca más un enfermo que una persona sana.



Se ha discutido sobre si la acción del Papa fue un exorcismo o sólo una oración de liberación. El vaticano ha desmentido que fuera un exorcismo. El conocido exorcista P. Fortea piensa que no lo fue. Su maestro, el P. Amorth dice que
Si lo han desmentido es que no han comprendido nada.”
Pero, independientemente de los detalles técnicos y las discusiones de los entendidos, lo más interesante viene ahora. El afectado fue examinado ayer por el P. Amorth que declaró en una entrevista al programa "Un giorno da pecora" de la emisora italiana Radio2 lo siguiente:
El hombre a quien el Papa exorcizó acudió a mí hoy a las 11.30 de la mañana. Está poseído por cuatro demonios y realicé sobre él un largo exorcismo… La posesión de Ángel "es una venganza del demonio contra los obispos mexicanos [é una vendetta del demonio contro i vescovi messicani] porque no se opusieron al aborto como debían haberlo hecho. Este hombre sólo será liberado cuando los obispos mexicanos se arrepientan y hagan penitencia por no haber intervenido más en esa cuestión.
Estas declaraciones lían un poco más el asunto por lo siguiente:

1. El hombre está poseído por cuatro demonios
2. La posesión es debida a hecho de que los obispos mexicanos no se opusieron al aborto como debía haberlo hecho
3. EL hombre sólo será liberado cuando los obispos se arrepientan y hagan penitencia

No acierto a entender que el diablo se “vengue” de los obispos cuando debería estar contento de que los obispos no hubieran hecho lo suficiente contra la ley del aborto en México. No entiendo que el diablo se “vengue” de los obispos poseyendo a un pobre padre de familia y no a uno de los obispos. Lo lógico aquí es que fuera Dios y no el diablo el que se vengara de los obispos. Sólo si los obispos se arrepienten y hacen penitencia, los diablos dejarán en paz a este hombre ya sea por voluntad propia o por mandato de Dios. Tampoco lo entiendo. ¿Se dedica Dios a hacer sufrir, directa o indirectamente, permitiendo la posesión diabólica de una persona, porque otras lo han hecho mal?

Tengo que reconocer que con esto de las posesiones tengo mis problemas y no me vengan con la famosa frase que el mayor triunfo del diablo es el que no reconozcamos su existencia. Son cosas distintas. tengo mis problemas, primero, porque me es muy difícil creer en un Dios que no protege a sus hijos de la posesión inmerecida; como si yo dejara a mis hijos a merced de los ataques de unas supuestas fieras que les rondaran deseando despedazarlos. Pero también y, sobre todo, porque la Iglesia no hace nada para aclarar de una vez por todas este asunto de las posesiones. Si existe de verdad la posesión diabólica debe por tanto existir el diablo, y si existe el mundo sobrenatural, sería muy fácil, pero que muy fácil, admitir la existencia de Dios. ¿Por qué no se utiliza este razonamiento de manera consecuente? ¿Por qué la Iglesia no aclara de una vez por todas documentando científicamente y con luz y taquígrafos el tema de la posesión diabólica? La verdad es que sería un triunfo sobre el diablo mismo y, de una vez por todas, sobre su principal enemigo: el ateísmo.

Creo que, sencillamente, porque no se puede demostrar que una persona está poseída por un ente sobrenatural, o por cuatro. La documentación pública que existe sobre exorcismos se reduce a una serie de libros escritos por especialistas entre los que se encuentra el mencionado P. Amorth. Y si las declaraciones que hacen sobre el tema son tan confusas como las que hemos conocido hoy vamos arreglados.

Los exorcistas están muy al tanto de la existencia de enfermedades psíquicas que muy bien podrían confundirse con una posesión y alguno, como el P. Fortea, se ha dedicado a ir de plató en plató de televisión dando su opinión como experto sobre el tema y diciendo que él sabe de un detalle que diferencia a un poseso de un enfermo psíquico pero que, evidentemente, no lo podría desvelar por miedo a que algunas personas lo utilizasen para hacerse pasar por posesos.

Lo que está claro es que, si es verdad que en algunos casos clasificados por la Iglesia como verdaderas posesiones, el afectado es capaz de conocer lo oculto, hablar lenguas desconocidas, vomitar objetos sin habérselos tragado o materializarlos a través de la piel, mover objetos a distancia e, incluso, levitar pues…. no me vale el que me lo cuenten en un par de libros o en una entrevista. El asunto es tan serio como para de una vez por todas dirimirlo de una manera científica y, sobre todo, honesta.

¿Por qué no se hace?

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Addendum

A vista del revuelo, el director de TV2000 ha comunicado:

Como director, no puedo no apelar el pacto de transparencia y confianza que existe con los espectadores y admito que este episodio ha creado en mí cierto disgusto y tristeza, por haber, involuntariamente, determinado la difusión de una noticia verdadera, pero solo en parte, porque el Papa no se reconoce en la palabra “exorcismo.
¿Qué quiere decir que el Papa "no se reconoce en la palabra exorcismo? ¿Que no lo practicó?

Ahora a esperar la respuesta del P. Amorth.


viernes, 17 de mayo de 2013

¿Soy yo mismo o es otro?

 

Esta semana se ha publicado en la prestigiosa revista Cell el que un grupo de científicos han conseguido generar y extraer células madre mediante un proceso de clonación (Human Embryonic Stem Cells Derived by Somatic Cell Nuclear Transfer (Cell, 15 May 2013)).

El procedimiento de clonación es básicamente el mismo que el utilizado en el famoso caso de la oveja Dolly pero el blastocito no se ha implantado en ninguna madre de alquiler y se ha utilizado sólo para extraer las famosas células madre o pluri-potentes tan codiciadas por la posibilidad -de momento teórica- de poder regenerar órganos y curar enfermedades como el Párkinson etc…

El problema es si ese clon es una nueva vida, un ser independiente o no. 

Si atendemos a la definición que se maneja con frecuencia en bioética para defender que el embrión es un ser distinto a la madre, es decir, el que contiene material genético distinto, entonces no lo sería.

Si argumentamos que es desarrollo natural de ese blastocito o conjunto de células llevaría al desarrollo de un feto entonces sí que deberíamos considerarlo un nuevo ser aunque su material genético sea idéntico al mío.
Pero el problema es más complejo.

La clonación se realiza utilizando el material genético de una célula de la piel y un oocito o huevo sin fecundar. Al introducir el material genético, que ya está duplicado, no hace falta el proceso de fecundación mediante la unión de un espermatozoide. Y si no ha habido mezcla genética ¿podemos considerar a ese grupo de células que se está desarrollando de manera artificial en una placa como un nuevo ser? ¿no será un trozo de mí que se está dividiendo de la misma manera que lo hace un tumor? Pero por otro lado esas células no son completamente mías, se han generado utilizando material necesario que se encuentra sólo en el huevo (mitocondrias etc...)

Y si dejáramos a ese blastocito desarrollarse ¿sería yo naciendo de nuevo o mi hermano gemelo el que vendría al mundo?

Peliaguda la cuestión.