lunes, 21 de noviembre de 2011

Y ahora.. la evolución


He seguido participando en algunas discusiones en los blogs del periódico digital Infocatólica. Esta vez le ha tocado el turno al manido tema de la evolución.

El señor Daniel Iglesias Grèzes ha dedicado de momento la friolera de seis artículos distintos en contra de la evolución. Nos ha ofrecido su traducción del libro de Phillip E. Johnson, Darwin on Trial (Darwin a juicio) a trocitos y dónde ha intentado “demostrar” que la evolución por selección natural no ha podido ocurrir y que es un error de la ciencia moderna el aceptarla como teoría explicativa del desarrollo de la vida en nuestro planeta.

Philips E. Johnson no es biólogo (el señor Iglesias tampoco lo es), es abogado, pero se le considera cofundador de la corriente pro-religiosa que sostiene que el origen o evolución del Universo, la vida y el hombre, son el resultado de acciones racionales emprendidas de forma deliberada por uno o más agentes inteligentes.

El diseño inteligente (DI) es una versión del creacionismo, doctrina sin base científica que opina que cada ser vivo existente proviene de un acto de creación llevado a cabo de acuerdo con un propósito divino.

El creacionismo se desarrolló especialmente en EEUU y sus partidarios buscan obstaculizar e impedir la enseñanza de la evolución biológica en las escuelas y universidades. Los creacionistas hacen una interpretación literal de la Biblia y se sostiene la creación del mundo, los seres vivos y el cataclismo del Diluvio Universal tal como está descrito en el Génesis, sin pretender concretar de manera científica el origen de las especies.

El diseño inteligente es una variante moderna del creacionismo. Los promotores del diseño inteligente postulan que el modelo científico de la evolución por selección natural sería insuficiente para explicar el origen, la complejidad y la diversidad de la vida actual. Es decir, niega que la selección natural sea el motor directriz de la evolución.

Entre los partidarios del DI hay algunos, como Daniel Iglesias, que aceptan el hecho de la evolución, pero niegan el que esta se haya producido por selección natural (nunca ha explicado un mecanismo alternativo) Copio de la Wiki: la selección natural se define como la reproducción diferencial de los genotipos en el seno de una población biológica. La formulación clásica de la selección natural establece que las condiciones de un medio ambiente favorecen o dificultan, es decir, seleccionan la reproducción de los organismos vivos según sean sus peculiaridades. La selección natural fue propuesta por Darwin como medio para explicar la evolución biológica. Esta explicación parte de dos premisas; la primera de ellas afirma que entre los descendientes de un organismo hay una variación ciega (no aleatoria), no determinista, que es en parte heredable. La segunda premisa sostiene que esta variabilidad puede dar lugar a diferencias de supervivencia y de éxito reproductor, haciendo que algunas características de nueva aparición se puedan extender en la población. La acumulación de estos cambios a lo largo de las generaciones produciría todos los fenómenos evolutivos.

Pues bien, esta teoría aceptada por la mayoría de científicos en el mundo mundial todo él, es rechazada como equivocada por estos señores. En el fondo el problema radica en no querer ni siquiera imaginar al hombre inteligente evolucionado desde ancestros que no lo fueran.

Los argumentos que utilizan para intentar atacar a la  teoría de la evolución actual no son en absoluto experimentales ni presentan observaciones empíricas de manera demostrativa. Sólo se dedican a decir una y otra vez que esto no puede ser así, que no se lo creen que no puede ser porque no, no y no y punto a la línea.

Los débiles argumentos que utilizan son las mismas tonterías acientíficas aducidas por los creacionistas como, por ejemplo, la complejidad del ojo, es decir:  que no puede haber pasos intermedios en la evolución del ojo porque esas estructuras intermedias no podrían ver y por tanto no podrían ser seleccionadas. No me voy a detener a explicar el fallo del argumento porque alargaría mucho esta entrada y cualquiera puede encontrar en internet la explicación de cómo ha podido evolucionar el ojo. Pero como botón de muestra tenemos Euglena, una alga unicelular que posee unas estructuras fotorreceptoras (no es un órgano, ni un ojo) capaz de detectar la luz ¡Y ES UNA SOLA CÉLULA! (Tuve el placer de poder explicarla y mostrarla en vivo en el curso de biologia para estudiantes de medicina el pasado viernes). De ahí en adelante podemos encontrar en la naturaleza el uso fotorreceptores como células especializadas en distintos grados desde los gusanos platelmintos hasta el ojo humano.Y en todos esos "pasos intermedios", los organismos podían detectar la luz.

El otro manido argumento es el de la falta de fósiles de esos pasos “intermedios”.

Los creacionistas y los seguidores del DI pasan por alto varias cosas, por ejemplo, que no todo animal y siempre se fosiliza. Los fósiles descubiertos son de determinados animales en determinadas zonas y bajo determinadas circunstancias. Por eso es una idiotez el decir que si no tenemos fósiles de todos y cada uno de los cambios estructurales y en cada una de las especies o variaciones animales la teoría evolutiva no es cierta. Pero es que, además, sí que hay fósiles de especies que no existen hoy día y que presentaban características intermedias. Copiamos de la Wiki:

Los dinosaurios con plumas se consideran formas de transición entre dinosaurios clásicos y aves. Era ya conocido que las aves antiguas como el Archaeopteryx tenían muchas características de reptil, como dientes, y garras en sus dedos, y muchos años antes se había teorizado que los pájaros descendían de dinosaurios terópodos. A finales de los años 1990, los descubrimientos de dinosaurios con plumas en China proporcionaron la prueba concluyente de la conexión.

Por otro lado no reparan en una sencilla observación: si todas las especies que existen actualmente (y digo TODAS las especies de plantas y animales) no han evolucionado y han existido invariablemente desde su creación ¿Dónde se encuentran los fósiles de las mismas?

Algunos de estos fanáticos del DI aceptan la posibilidad de variaciones por medio de mutaciones pero sólo dentro de la misma especie (adaptaciones intraespecificas). Parecen desconocer que la clasificación en variaciones, razas, mezclas y subespecies de los animales y plantas es algo artificial creado por el hombre. La naturaleza no encasilla a esos individuos y sólo cuando grupos de ellos se mantienen aislados se separan genéticamente de sus congéneres de manera que, a la larga, se hace imposible la reproducción entre individuos de esas subespecies, dando lugar a la aparición de una nueva especie. ¿Por qué razón esa última mutación o evento genético que impide ahora a esos individuos de una subespecie de reproducirse con otros de otra subespecie distinta, tiene que ser directa acción divina (diseño inteligente) y no simplemente otro hecho natural seleccionado positivamente?

He intentado hacer estas explicaciones en el blog de Daniel Iglesias con varias argumentaciones respetuosas y ¿adivinan qué pasó?

Me censuraron al segundo comentario.

A partir de ese momento no podía utilizar ni mi nombre ni mi IP. Así que tuve que utilizar la misma estrategia que en el blog de Néstor Martínez, cambio de pseudónimo y programa de ocultación de IP para seguir comentando. Poco a poco, y que nadie se me ofenda, empiezo a pensar que él hábito de la censura parece ser práctica argumentativa habitual entre "intelectuales" uruguayos.

Les expliqué que, como biólogo, trabajo diariamente con la comparación de genomas de varias especies de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) y que, al hacer esas comparaciones vemos diferencias en el ADN que se han producido por mutaciones, recombinaciones genéticas, transposiciones, inversiones etc… y que han dan cuenta de la separación de esas especies de manera gradual. Por eso podemos hacer árboles filogenéticos e incluso calcular los millones de años en los que esas variaciones tuvieron lugar.

Y me criticaron

Expliqué que esa selección natural la podemos “ver” en el laboratorio por ejemplo observando la selección de cepas bacterianas resistentes a antibióticos y que por eso es tan peligroso el utilizarlos a diestro y siniestro, porque se SELECCIONAN nuevas variantes resistentes. Expliqué también que virus distintos como el de la gripe humana y el de la porcina o aviar pueden recombinar su ADN y se seleccionan esas variantes por ser más agresivas y se reproducen de manera más rápida.
Expliqué que existen especies de Drosophila que quedaron aisladas en islas (como ha ocurrido en las Galápagos con otras especies) y que allí acumularon variaciones en su genoma que hace que ahora las consideremos especies distintas.

Eso es ciencia.

Y me siguieron apaleando dialécticamente y sin presentar argumentos de peso.

Expliqué que esas mismas estructuras como los ojos pueden perderse si no son necesarios, como ocurre en multitud de especies que ha colonizado ambientes sin luz. La naturaleza, mediante la acumulación de mutaciones, en un proceso que es la otra cara de la moneda de la selección natural, ha propiciado la pérdida de esas estructuras que no conferían ninguna ventaja sino más bien un gasto energético para esos animales. ¿Para qué tomarse la molestia de construir algo que no sirve para nada? Esos animales presentan estructuras oculares vestigiales, es decir residuales y no funcionales, que demuestra que estan perdiendo los ojos.

Eso es ciencia.

Pero no, no aceptan ninguno de los argumentos científicos presentados y, estas personas (en la mayoría sin conocimientos ni preparación científica), se apoyan en el hecho de que hay científicos que defienden el DI. Sí, los hay, pero que defienden el DI desde su faceta religiosa o como simple opinión porque no han publicado ningún trabajo en alguna revista seria mostrando que esa teoría pseuodreligiosa y pseudicientífica del DI pueda ser al menos considerada como hipótesis científica.

La evolución por selección natural no está en contradicción con la fe. Juan Pablo II y Benedicto XVI se han expresado varias veces en este sentido y la Iglesia nunca condenó a Darwin. Son los cristianos fundamentalistas lo que intentan ahora IMPONER esa visión por una sencilla razón: porque no pueden aceptar que el hombre haya surgido como producto de la evolución por selección natural. En el fondo le están quitando a Dios la posibilidad de haber creado una ley natural que dirigiera la aparición gradual de la vida sobre la tierra, coronada por la del hombre inteligente. Su Dios es, por tanto, menos poderoso que el mío.

La teoría de la evolución por medio de la selección natural no contradice y diría más: incluso se adapta, si quieren, de manera más literal a lo escrito en el Génesis, es decir: que Dios creó al hombre del barro de la tierra.

Es una pena que en la Iglesia católica del siglo XXI existan todavía esas voces fundamentalistas que no hacen otra cosa que daño con sus insensateces a la propia religión que dicen defender.

"Me lo estaba temiendo: los protocolos de la evolución les están confundiendo"

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Como botón de muestra, añado la contestación de Daniel Iglesias a uno de mis comentarios hoy mismo en su blog:

"Ningún cristiano coherente puede decir que el diseño inteligente de la vida por parte de Dios es un sinsentido. Al contrario, es una exigencia de su fe."

El admitir el "diseño inteligente" es para este señor una "exigencia de la fe". Es decir, si rechazo esta teoría por pseudocientífica, pseudoreligiosa y fundamentalista y que me quieren imponer entonces no soy un cristiano coherente y, además, no estoy viviendo debidamente mi fe.


Ahí queda eso.

 

martes, 8 de noviembre de 2011

El dogmatismo filosófico


He seguido interviniendo en el blog de Infocatólica de Néstor Martínez discutiendo sobre metafísica tomista. En las últimas semanas he leído bastante y he aprendido mucho de filosofía pero hay algo de lo que me he dado cuenta: que sigue existiendo el dogmatismo, el intento de imponer una opinión a costa de todo, incluso de borrar de un plumazo al comentarista, el eliminarlo virtualmente cuando no se sabe qué o cómo contestar o cuando contradice nuestra manera de pensar.

Por esto he tenido que intervenir en dicho blog utilizando distintos seudónimos y ocultando mi IP para intentar seguir discutiendo y evitar así que el autor del blog borrara continuamente mis contribuciones.

En el curso de esas discusiones, he visto como este señor y sus palmeros, han ridiculizado los avances de la ciencia, han dudado de la validez de los resultados y conclusiones de la neurociencia cognitiva y a la neurofisiología no admitiendo, por ejemplo, que el color sea una sensación en nuestro cerebro con base en las cosas (depende de la estructura de la materia y de la luz pero sobre todo de un cerebro capaz de interpretarlo) o que el cerebro sea capaz de equivocarse a la hora de interpretar la realidad (alucinaciones, ilusiones ópticas).

Se me acusó (a modo de insulto) de empirista, materialista, anatema, nominalista, relativista, kantiano, y no sé de cuantas cosas más por sostener que lo único que podemos ver ahí fuera es materia y energía. Se me ha vetado por plantear la hipótesis de que un universo incausado y eterno es perfectamente respetable desde el punto de vista lógico y que la materia y la energía y su transformación pudiera ser todo lo que existe.

Acusé al tomismo de ser una filosofía pensada para justificar la creencias de una religión.

El tomismo razona que la realidad no se identifica necesariamente con la existencia, es decir, no todo lo que es, existe. Pero esto lo hace para poder utilizar el concepto de cambio de "potencia de existir" a "acto de existir" que sólo puede suceder por la acción de un Ser superior. Esos entes posibles, según ellos, se dan pero no existen.

Puse en duda el concepto de esos “entes posibles” que están esperando que Alguien les cuelgue el cartelito de la existencia. Dije que esos “posibles” existían en el pensamiento cuando formulábamos, por ejemplo, la hipótesis de que Menganito Fulánez hubiera podido no nacer. Se me dijo que Menganito Fulánez, antes de nacer, era un ente posible que no existía pero que podría hacerlo y, por tanto, Menganito Fulánez “se daba” en la realidad antes de existir pero...como “ente posible”.

Contesté que el señor Fulánez, antes de existir, sólo se podría dar como como ente de razón, como concepto, como idea, como construcción lógica del pensamiento. Y de ese modo ya estaba existiendo pero como concepto, en una hipótesis.

Para “demostrar” que esos posibles se daban en la realidad (sin existir, por supuesto) el autor del blog me preguntaba insistentemente:

Si existía la posibilidad, antes de que los dinosaurios se hubieran extinguido, de que estos se extinguieran. Si ese suceso era posible

Estos señores no sabían distinguir entre posibilidad como antónimo de lo contradictorio o imposible y el concepto de probabilidad y desconocían, al parecer, cualquier estudio sobre la cuestión desde Kant hasta Bunge pasando por Popper.

Y me borraron el comentario

Puse como ejemplo a Russell cuando criticaba a Meinong diciendo que le parecía excesivo el que todo lo que se daba en el pensamiento existiera.

A mí, lo que me parece de verdad excesivo es que lo que no existe sea algo.

Puse en duda el concepto de contingencia de los seres arguyendo que la materia y la energía que componen esos seres no desparecía y que podrían estar en continua transformación (el hombre muere y sus átomos pasan a formar parte de una piedra o absorbidos por una planta que los incorporará en sus hojas y así sucesivamente.)

Por eso propuse un nuevo principio metafísico para ayudar a entender la realidad: el de la continua transformabilidad.

De esta manera no se podía argüir que todo lo que existe sea contingente ("petición de principio" que comete la metafísica tomista en su construcción de argumentos) sino transformable.

Y me borraron el comentario.

Estos señores creen realmente que todas esas construcciones lógicas o ideas utilizadas en su construcción metafísica como “ente posible”, “accidente”, “substancia primera”, “conjunto de entes contingentes” “serie finita o infinita de causas”, etc… existen en realidad y los usan como “prueba” de demostración de la existencia de Dios.

Y me borraron el comentario.

Pienso (y no sólo yo) que no son más que conceptos que inventamos para intentar explicar la realidad y que los malabarismos o las piruetas metafísicas que se hagan con estos conceptos no llegan a probar absolutamente nada. Por eso las conclusiones de la Metafísica no puedes ser verificables (como sostenía Carnap) ni falseables (como diría Popper) y ha sido desprestigiada por tantos filósofos a lo largo de la historia hasta nuestros días.

Estos señores utilizan falacias como la “petición de principio” ("todos los seres son contingentes" o "el efecto no puede ser superior a su causa") o la “falacia de composición” al hablar del Universo con una facilidad sorprendente. Dicen: "el conjunto de seres contingentes tiene que ser a la fuerza contingente" y me ponen como ejemplo que "un conjunto de ciegos no puede ver", y digo yo: claro, lo mismo que si un equipo de fútbol está compuesto de negros, el equipo tiene que ser... negro.

Y me borraron el comentario.

Aplican cualidades de los seres particulares a los conjuntos de ellos que no son más que conceptos (conjunto de ciegos, equipo de fútbol) para terminar cayendo en el “paralogismo de los metafísicos” que, en palabras del también uruguayo Carlos Vaz Ferreira:

Consiste en plantear gratuitamente un pseudoproblema absurdo y sin sentido semántico y una vez que el interlocutor acepta la cuestión absurda, el metafísico le demuestra lo absurdo que es una alternativa (por ejemplo, que el espíritu sea cuadrado o que haya sólo entes contingentes) para a continuación exclamar triunfante que la única alternativa válida es la suya (por ejemplo, que el espíritu es redondo o que hay también un ente necesario). Pero el metafísico no da a conocer la posibilidad de que ambas alternativas sean igualmente absurdas, inadecuadas semánticamente o un completo misterio ininteligible. Y para más inri pretende que el absurdo de una alternativa es prueba de la verdad de la otra, cuando ambas pueden ser igualmente absurdas y, por tanto, el argumento no tiene valor

En definitiva, estos señores intentan imponer una manera de pensar ampliamente superada por la filosofía occidental, negando los avances de la ciencia y la validez de todo sistema filosófico que critique al tomismo.

Yo creía que la filosofía era otra cosa. El amor por la sabiduría. El interés en conocer la verdad y que esto significaba la posibilidad de la discusión tranquila y esclarecedora. Pero me he encontrado con lo contrario. Me he topado con la filosofía convertida en pura ideología y en dogmatismo que se intenta imponer.

Recuerdo a un tomista de escuela que me enseñaba filosofía en mis años mozos (y supongo que lo seguirá haciendo).

Este señor sostenía el siguiente argumento para “probar” la naturaleza inmaterial del alma:

Los conceptos son abstracciones que hacemos de la realidad. Como esas abstracciones son inmateriales, el recipiente de las mismas, es decir, el entendimiento y por tanto el alma (el entendimiento, según S. Tomás, es una de las potencias activas del alma), tiene también que ser inmaterial”.

Y se quedaba el tío tan ancho y nosotros nos íbamos convencidos de que habíamos demostrado la inmaterialidad del alma espiritual toda ella.

Hace ya tiempo que no estoy dispuesto a aceptar ningún dogmatismo, es decir, el tener que comulgar con una determinada aseveración o una afirmación hecha por alguien simplemente por que sí.

Tenemos una razón, y muchos se han dedicado a denostarla y a hacernos desconfiar de ella porque nos pueda llevar a error. Han intentado hacernos creer que es mejor el confiar en lo que ellos nos digan, imponiendo maneras de pensar, prohibiendo la lectura de libros por considerarlos "peligrosos" y creando índices de autores y censurando obras que nos podrían inducir a error o, mejor dicho, nos podrían hacer llegar a conclusiones que no cuadraban con su manera de pensar.

En el fondo, ¿qué estamos diciendo cuando afirmamos ante una determinada situación el que no podemos actuar en contra de nuestra conciencia? Pues que ese actuar repugnaría a nuestra manera de pensar, que sería contrario a la razón.

Como éste es mi blog y tengo el derecho al pataleo, pues así he pataleado: a gusto.

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Néstor Martínez ha tenido a bien, después de haberme vetado en su blog, el contestarme hoy mismo a una de mis objeciones. La traigo aquí como ejemplo. Sirva como botón de muestra de lo que he intentado explicar en la entrada de hoy.

Él sostiene, como buen tomista,  que "el efecto no puede ser superior a la causa". Yo contesté que esto es una "petición de principio" porque sí vemos efectos que son superiores a sus causas. Por ejemplo, las neuronas forman el cerebro y este es capaz de producir pensamientos. Los pensamientos, los razonamientos podrían ser superiores a la simple suma de los compuestos materiales que forman las neuronas y los procesos neuronales que los producen.

La contestación del tomista Néstor Martínez:

"En efecto, el pensamiento es superior a todo lo que pueden realizar las neuronas, y precisamente por eso, las neuronas no son la causa del pensamiento. El que piensa no es el cerebro, sino la inteligencia."

Ahí queda eso.